
No es secreto mi adoración por la moda japonesa, el estilo de aquellas mujeres y de algunos hombres de la lejana nación asiática. Mi regreso a Japón fue el mayor de los deleites en todos los aspectos, pero en lo que concierne a la moda, mi regocijo no fue menor.
Lo siento, no es malinchismo (pero las calles de México no son precisamente una pasarela), no es que tampoco venere la forma de vestir de las italianas, españolas o francesas, ni que no aprecie el shopping gringo y las ventajas que éste puede tener, pero desde mi punto de vista, las niponas, sin haber estudiado moda, diseño o algo relacionado, son creadoras de los más increíbles outfits que he visto en mi vida.
Lo siento, no es malinchismo (pero las calles de México no son precisamente una pasarela), no es que tampoco venere la forma de vestir de las italianas, españolas o francesas, ni que no aprecie el shopping gringo y las ventajas que éste puede tener, pero desde mi punto de vista, las niponas, sin haber estudiado moda, diseño o algo relacionado, son creadoras de los más increíbles outfits que he visto en mi vida.

Manteniendo un estilo arriesgado, utilizando baratijas chinas que, al usarlas cualquier mortal mexicana, china o hasta europea, se verían como tal: baratijas, conociendo las situaciones para verse elegantes en el momento indicado y fashionistas en el tiempo preciso, estas criaturas, que a momentos parecen celestiales, se han ganado la admiración de muchos expertos en moda, diseñadores, actrices y cantantes.
Japón es un país muy consumista, casi a cada esquina de sus grandes ciudades encuentras hermosas construcciones que resguardan lo mejor de las colecciones de los grandes diseñadores mundiales especialmente pensadas para ese segmento de mercado que representa millones para sus casas de diseño.
Japón es un país muy consumista, casi a cada esquina de sus grandes ciudades encuentras hermosas construcciones que resguardan lo mejor de las colecciones de los grandes diseñadores mundiales especialmente pensadas para ese segmento de mercado que representa millones para sus casas de diseño.

Tal es el caso de Louis Vuitton, que tiene el diseño de un oso panda en sus accesorios. Es un oso muy colorido y se integra al famoso logotipo y a otros gráficos que pueden venir en los mismos accesorios.

Otro caso interesante es que, famosas como Victoria Beckham y Penélope Cruz, prestan su imagen para marcas locales como Samantha Thavasa, una marca de accesorios que “les pide a estas actrices que diseñen bolsas” para poder venderlas. La realidad es que su equipo de diseñadores realizan los prototipos y ellas sólo los autorizan, sino es que sólo se toman las fotos con ellas.

En mi próxima entrada les contaré cuáles son los mejores distritos de Tokyo para comprar y ajustarse a cualquier presupuesto. Sayonara!
César Rossell
1 comentario:
Es impresionante que países como Japón se estén convirtiendo en punta de lanza en sectores como el de la moda sin tener la escuela que por años ha caracterizado a la comunidad europea... su forma empírica de hacer las cosas ha sido la clave de un país que ha sabido resurgir de diversos momentos dentro de su historia y que hoy lo lleva a tener el lugar que ocupa dentro del mundo.
No soy gran fan de la cultura oriental sin embargo sé reconcer cuando las cosas están bien hechas, y en lo que se expone dentro de este artículo queda más que demostrado el buen camino que lleva la moda japonesa.
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